Provengo de una familia de colesterol alto. Por tanto, no me parecía sorprendente que también fuera heredero de este mal. Entonces, en la búsqueda de sistemas que me permitieran dar la lucha al colesterol me encontré con el agua alcalina. El cambio en mi vida no pudo ser más sorprendente. Se los recomiendo.

Desde joven sufría de estreñimiento. No pocas saben lo que eso significa. Acudir sólo de vez en cuando al baño era una proeza. Mi cuerpo sufría. Ni que hablar de las jaquecas y el malestar en el general. Una amiga me hablo de Alkamagnum y gracias a su agua alcalina me cambio la vida. Se los recomiendo.

Sufría cansancio, mucha desesperación. Me sentía a ratos desesperada por este proceso tan natural (la menopausia) en la vida de una mujer. Por un dato de familiares llegué en busca de alivio al agua alcalina. La verdad que el cambio fue radical. Hoy soy la máxima promotora del agua alcalina entre mis amistades

Les escribo para contarles mi caso. Uno de mis pequeños hijos tenía un bajo rendimiento escolar. Le llevé al psicopedagogo y éste manifestó que todo era producto de la falta de concentración. Me inquieté porque mi niño siempre ha sido muy estudioso. Entonces la desconcentración en clases le estaba jugando en contra. Una amiga profesora, ya retirada, me recomendó el agua alcalina, que ella a sus años todavía bebía porque le ayuda a las labores educacionales que sigue desempeñando.

Como nada se pierde con probar, comencé a darle a mi hijo agua alcalina. Mi niño hasta destacó la calidad suave del agua. Y el resultado vino con el correr del tiempo y se apreció en sus calificaciones escolares que repuntaron en forma apreciable. Lo mejor de todo es que dejó de lado aquellas bebidas dulces que nada de saludables tienen.

Mis dolores musculares eran insoportables. El médico fue lapidario en su informe: ”Usted padece de principio de osteoporosis.

La osteoporosis es una enfermedad que afecta a los huesos y está provocada por la disminución global del tejido que lo forma, tanto de las proteínas que constituyen su matriz o estructura como de las sales minerales de calcio que contiene. Como consecuencia de ello, el hueso es menos resistente y más frágil de lo normal, tiene menos resistencia a las caídas y se rompe con relativa facilidad tras un traumatismo, produciéndose fracturas o micro fracturas.

Me recomendaron que acudiera a los beneficios del agua alcalina. Al poco tiempo, cada día que pasaba, me sentía aliviaba en aquellos intensos dolores que muchas veces no me dejaban dormir. El vital líquido hacía su trabajo de intensa limpieza interna eliminando todo tipo de impurezas. Por ejemplo, junto con mejorar mi cuerpo me desinflamó las coyunturas que parecían manos de boxeador. Terrible.

Hoy me declaro feliz. Y por lo menos bebo dos botellas de agua alcalina al día.

Este es un padecimiento muy propio de los amigos de la buena mesa, desde tiempos ancestrales, “La Gota” es una enfermedad producida por una acumulación de cristales de sales de urato (ácido úrico) en distintas partes del cuerpo, sobre todo en las articulaciones, tejidos blandos y riñones. El ataque agudo de gota típico consiste en una artritis que causa intenso dolor y enrojecimiento de inicio nocturno en la articulación metatarso falángica del dedo gordo del pie. La gota es uno de los tipos de artritis por micro cristales.

Me informé que la Gota era producto de la acumulación de ácido úrico. En medio de este calvario un amigo de siempre me invitó a beber agua alcalina. La puse a mi lado, y no la dejé nunca más. Es mi fiel compañera, la que ha conseguido que disminuyan apreciablemente mis dolores y aplaquen aquellas noches de pesadilla que viví.

La esposa de Santiago observaba con angustia cómo su cónyuge se deterioraba con el tempo producto de la migraña. “Él se esforzaba, se sobreponía a todo, con tal de ofrecer charlas que le solicitaban”, cuenta Mary Z.

En las horas libres, él se aislaba del mundo. Se encerraba en su dormitorio a oscuras para tratar de atenuar la migraña que no le permitía ni siquiera pensar. Su calidad de vida bajó en forma dramática”.

La migraña, también llamada hemicránea  o jaqueca,  es una enfermedad que tiene como síntoma principal el dolor de cabeza, usualmente muy intenso e incapacitante para quien lo sufre. Es una afección muy frecuente, de base genética, que afecta entre el 12% y el 16% de la población general, siendo la incidencia más alta en las mujeres.

Su tabla de salvación fue el agua alcalina. Aquellos dolores (“que a nadie le doy”) disminuyeron en la medida en que consumió diariamente hasta tres litros de agua.

Hoy, el esposo de Mary Z. continúa sus charlas, alegre y feliz, y cada día más creativo.

Mirtha C, natural de New Jersey, debía asistir a controles médicos periódicos ante el temor de ser heredera de un cáncer estomacal que había terminado antes con la vida de tantos seres queridos.

El temor no era otro que por los nódulos linfáticos cancerosos que están hinchados de una manera poco usual y pueden ser detectados en la superficie corporal.

En medio de estos controles, una vez al año,  tuvo acceso al agua alcalina. Cual no sería su grata sorpresa que en el más reciente chequeo médico (colonoscopia) se descubrió que, por primera vez en muchos años ya no era necesario que pasara al quirófano para que le extirparan estos nódulos.

Mirtha, C. reconoce que el agua alcalina le cambió la vida.

Tengo tres años de padecer leucemia. Ahora enfrentaba mi tercera sesión de quimioterapia. Mi ánimo estaba por los suelos. Ya no tenía fuerzas ni para dirigir mi empresa.

Trasladarse de un punto a punto de la casa era una verdadera odisea con mis pies hinchados. Me hicieron comprar unos zapatos ortopédicos que no me dieron ningún resultado y terminaron en bodega.

Por un amigo que ya consumía agua alcalina me sentí motivado a consumirla. Yo, que era malo para tomar agua, llegué a consumir hasta tres litros diarios.

De esto, hace 3 meses. Fui a un nuevo chequeo médico, y para asombro del médico especialista, ya tenía gran cantidad de células muertas. Además, en la última lectura de glóbulos blancos se llegó a 5.700, en circunstancias que anteriormente no superaban los 1.400 o 1.600 glóbulos.

Mi vida ha cambiado en 180 grados, se me deshincharon los pies y no he vuelto a tener dolores. Mi energía es hoy tan potente que recuperé la vida familiar habitual y hoy a primera hora de la mañana estoy al mando de mi compañía como era antes.

Espero escapar definitivamente de la Leucemia con mi agua alcalina y una rigurosa dieta que me ayudan a prolongar mi esperanza de vida.