Agua Alcalina & Atletas
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La práctica de deporte, no es un hábito común para el 100% de la población. Sin embargo, hay un porcentaje de amateurs y aficionados que, de hecho, son quienes más sufren las consecuencias de una exigencia deportiva hiendo al gimnasio o practicándolo por su cuenta, ya que lo tienen que combinar con su trabajo, familia y responsabilidades sociales, por lo que podría decirse que este grupo de personas se exige mucho más que los deportistas profesionales que tienen su vida enfocada a rendir deportivamente.
Los deportistas profesionales que practican para maratones, triatlones, entre otros, se someten de forma constante a estrés tanto mental como físico, al llevar a cabo entrenamientos de alta intensidad, que puede conllevar a una condición corporal de exceso de acidez, que de no ser controlada adecuadamente, puede llegar a debilitar todos los sistemas del cuerpo. Este problema, desafortunadamente, es muy común entre los atletas de hoy en día.
En los entrenamientos para competiciones de alta exigencia física, el cuerpo tiende a perder una cantidad considerable de calorías y nutrientes, que ocasionan que el organismo se vuelva muy ácido.
Un cuerpo acidificado, propicia una condición orgánica predispuesta a la enfermedad, a diferencia de un cuerpo con un pH equilibrado, que permite una función fisiológica normal y saludable.
En este sentido, un cuerpo demasiado ácido reduce la cantidad de oxígeno que ingresa a las células, acelera el daño de los radicales libres, la velocidad de acumulación de ácido láctico, dolor en articulaciones y en los músculos, aspectos nada favorables para un atleta ni para las personas que intentan llevar una vida más saludable haciendo alguna rutina de ejercicios, ya que en una condición de acidosis, el cuerpo se ve obligado a extraer minerales como calcio y magnesio de los huesos, en una acción conocida como buffer, un mecanismo natural del organismo para tratar de equilibrar el pH. Sin embargo, si nuestro cuerpo no tiene la suficiente capacidad para eliminar todos los deshechos ácidos que genera a través de los pulmones, piel y riñones, poco a poco va aumentando la concentración de toxinas afectando diversas funciones del cuerpo que son vitales para un atleta, como la energía, resistencia y recuperación.
Alimentación
Una de las formas de combatir la acidosis generada por la práctica habitual e intensa de diversas disciplinas deportivas, es consumiendo alimentos alcalinos, ya que estos se caracterizan por ser una fuente alta en minerales como el calcio, potasio, magnesio, sodio y zinc principalmente. Por el contrario el fósforo, azufre, hierro, yodo y cloro, suministrado por las proteínas tanto animales como vegetales, son acidificantes.
Si bien es cierto, que ambos tipos de alimentos, alcalinos y ácidos, son necesarios para nuestro organismo, también lo es que saber gestionar bien su ingesta, ya que requerimos un 80% de la gama de alcalinos y sólo un 20% de los ácidos, para conseguir una alimentación sana y correcta.
La actividad física aumenta las necesidades energéticas y de algunos nutrientes, por ello es importante consumir una dieta equilibrada basada en una gran variedad de alimentos, con el criterio de selección correcto. Además, de considerar otros factores como:
- Intensidad y tipo de actividad que practica
- Duración del ejercicio
- Edad, sexo y composición corporal del individuo
- Temperatura del ambiente
- Grado de entrenamiento clic.
En este sentido, aunque nuestra alimentación debe basarse en una ingesta sólida de alimentos alcalinos no podemos olvidar el consumo de líquidos con propiedades alcalinas, debido a que la capacidad de absorción de estos, permite influir mucho más rápido sobre el nivel de alcalinidad de nuestro organismo ayudándonos a neutralizar la acidez y conseguir el equilibrio del pH en el cuerpo, con sólo beber agua alcalina.
Con estos sencillos consejos, conseguiremos mantener el cansancio, la fatiga y la oxidación alejados de nuestro cuerpo.
Micronutrientes
Lo constituyen las vitaminas y los minerales esenciales para el ser humano ya que no pueden ser producidos por el propio organismo sino que se reciben del exterior mediante la ingestión de alimentos. Son importantes para mantener un buen estado de salud, sobre todo si se practica deporte, puesto que intervienen en los procesos de adaptación que tienen lugar en el cuerpo durante el entrenamiento y el periodo de recuperación.
Para mantener unos niveles adecuados de micronutrientes es recomendable consumir una dieta variada y equilibrada. Una deficiencia en micronutrientes no sólo disminuye el rendimiento deportivo, sino que puede perjudicar la salud.
Los minerales son elementos esenciales, por lo que, al igual que las vitaminas, deben formar parte de la dieta diaria del deportista en cantidad adecuada, ya que participan en procesos muy variados, tanto del metabolismo general (mecanismo de obtención de energía, síntesis de multitud de sustancias y estructuras vitales, etc.) como cumpliendo funciones más específicas (formando parte del hueso, transporte de oxígeno, contracción muscular, entre otros).
Los minerales pueden clasificarse en: macrominerales (calcio, fósforo y magnesio), microminerales u oligoelementos (hierro, iodo, flúor, cromo, cobre, selenio, cinc, cobalto, manganeso y molibdeno), y electrolitos (sodio, potasio y cloro).
Antioxidantes y deportistas
El deporte de alto rendimiento es muy exigente y en ocasiones se soportan períodos de entrenamiento muy intensos y agotadores. El sobreentrenamiento puede dar lugar a un estado de estrés mantenido, que se traduce en una situación de oxidación continua. Esta circunstancia genera una cantidad excesiva de radicales libres que pueden producir fatiga crónica. Ante la presencia de concentraciones elevadas de estas sustancias (radicales libres), el organismo debe defenderse, con antioxidantes que actúen retardando la oxidación de otras moléculas, neutralizando los radicales libres y evitando lesiones en los tejidos.
Hidratación
El agua es el componente más abundante del organismo humano, esencial para la vida: se pueden pasar varias semanas sin comer, pero tan sólo unos pocos días sin beber. La pérdida de tan sólo un 10% del agua corporal supone un grave riesgo para la salud. El agua está implicada de forma directa en diferentes funciones:
- Refrigeración
- Aporte de nutrientes a las células musculares
- Eliminación de sustancias de desecho
- Lubricación de articulaciones y
- Regulación de los electrolitos en la sangre.
Las fuentes de agua son las bebidas, los alimentos y el agua producida por el metabolismo general del cuerpo. Toda esta cantidad de agua debe cubrir las pérdidas diarias de la misma a través de la orina y heces, sudor y vapor de agua eliminado a través de los pulmones. La mayor cantidad de agua se almacena en el músculo (72% de su peso es agua), conteniendo en cambio el tejido graso una proporción bastante menor.
Aproximadamente el 80% de la energía producida para la contracción muscular se libera en forma de calor.
Nuestro organismo debe eliminar esa gran cantidad de calor para que no se produzca un aumento de la temperatura corporal, que tendría consecuencias muy negativas para la salud, por lo que debe recurrir al mecanismo de la sudoración, que al mismo tiempo que enfría el cuerpo, provoca una importante pérdida de líquidos. La termorregulación y el equilibrio de líquidos son factores fundamentales en el rendimiento deportivo.
En líneas generales, El ser humano pierde alrededor de 2 litros de agua al día, a través de la orina, el sudor, la respiración y la defecación. Y al realizar deporte, esta pérdida se incrementa notablemente. Hidratarse bien, le permite al deportista no sólo recuperar el agua perdida sino además eliminar los metabolitos ácidos (ácido láctico) que se producen durante el entrenamiento.
Bebida para deportistas
Estas bebidas presentan una composición específica para conseguir una rápida absorción de agua y electrolitos, y prevenir la fatiga, siendo tres sus objetivos fundamentales:
- Aportar hidratos de carbono que mantengan una concentración adecuada de glucosa en sangre y retrasen el agotamiento de los depósitos de glucógeno,
- Reponer los electrolitos, sobre todo del sodio
- Hidratar.
Los efectos beneficiosos no están limitados sólo a deportistas que realizan un ejercicio muscular regular e intenso, sino también a aquellas personas que por sus trabajos hacen esfuerzos importantes o en condiciones adversas, y a aquellas personas que durante su tiempo de ocio hacen ejercicio físico y entrenan.
Beneficios del Agua Alcalina para deportistas
El agua alcalina e ionizada actúa como si fuese jabón, ayudando a eliminar las toxinas generadas fruto del entrenamiento. Otro aspecto relevante del agua alcalina, es que evitará que se sobrecarguen los riñones durante y después del esfuerzo.
Además, mantendrá los tejidos más oxigenados e hidratados ayudando a aumentar el rendimiento deportivo y facilitando la recuperación después de la práctica deportiva.
La recomendación para los deportistas, es beber aproximadamente 1 litro de agua alcalina e ionizada al día, por cada 18 kg de peso. Así mismo, estudios sugieren especialmente beber 1 litro de agua alcalina media hora antes del entrenamiento, hidratarse durante y al finalizar la práctica de deporte, al menos otro litro.